De las primeras observaciones astronómicas a tus consultas de los horóscopos de hoy hay casi tres mil años de avances y conocimientos. La astrología nació con la curiosidad humana por conocer su destino, y le ayudó a descubrir que ese futuro podía leerse en las estrellas. Te presentamos un breve resumen de la historia del oráculo más antiguo y certero con el que contamos: el zodiaco.
¿Dónde surgió la astrología?
¿Dónde surgió la ciencia que te permite consultar el horóscopo gratis? Hay registros que datan de cuatro siglos antes de nuestra era que señalan que la astrología nació entre los babilónicos. Fueron los primeros en llevar un registro de las cartas astrológicas que elaboraban, a partir de sus observaciones astronómicas, para predecir la recurrencia de las estaciones y algunos eventos celestes, como las fases de la luna. En ese entonces se establecieron algunos de los primeros signos, basados en los mitos mesopotámicos, como el carnero (Capricornio) y el escorpión (Escorpio).
La astrología egipcia
En el 525 a. C., los persas conquistadores llevaron la astrología mesopotámica a Egipto. El imperio del Nilo ya contaba con su propio horóscopo, el Zodíaco de Dendera, de donde procede el símbolo de la balanza (Libra), una herramienta egipcia. Hoy en día este zodiaco aún se usa para confeccionar los horóscopos de hoy.
Con la conquista de Alejandro Magno en 332 a. C., Egipto cayó bajo dominio griego. Sería en la ciudad de Alejandría en los siglos III a. C. y II a. C, que la astrología babilónica se mezcló con la astrología decánica griega. Esta astronomía se basaba en un sistema de exaltaciones planetarias, que al unirse a la astrología produciría la división en 12 signos, tal como hoy la conocemos y tal y como la usamos para escribir el horóscopo gratis, con sus triplicidades de los signos, consideración de los eclipses y los regímenes de cuatro elementos.
Estas bases de la astrología moderna fueron sentadas por el astrólogo y astrónomo Ptolomeo en su legendaria obra Tetrabiblos, que sigue siendo una obra de referencia para los astrólogos modernos para realizar los horóscopos de hoy, traducida del egipcio al latín por Platón. Este material se convirtió en la ley para practicar el arte de la astrología.
La astrología griega
Sería pues, el filósofo presocrático, Platón el que retomaría el estudio de la astrología babilónica para convertirla en una ciencia. Correspondió a los romanos dar nombre a los signos zodiacales y definir sus características a partir de un sistema de símbolos basado en su mitología. En el horóscopo gratis todavía usamos los nombres y los símbolos que dieron a los 12 signos del horóscopo, con personajes como Neptuno (Piscis), Afrodita (Virgo) y Orión (Aries).
En el siglo I el imperio romano vería nacer la figura del astrónomo oficial. El primero de ellos fue Trasilo de Roma, quien aconsejaba al emperador Tiberio para ayudarle a tomar decisiones y legitimar sus derechos imperiales a partir de las tendencias astrales, descritas en un dictado similar al de los horóscopos de hoy.
Un siglo después, otro astrólogo oficial, el astrólogo Claudio Ptolomeo usó los conocimientos astronómicos para elaborar un mapa exacto del mundo. Su idea era establecer una relación entre el lugar de nacimiento de cada persona y los cuerpos celestes que le influían en ese momento. Esta relación entre el lugar de nacimiento y las constelaciones recibió el nombre de “geografía”.
La práctica de la astrología estaba tan severamente regulada que se dio el caso de que Nerón forzó a su astrólogo oficial, Anteius, a suicidarse, por usar sus conocimientos para calcular su propio horóscopo gratis, pues sólo los emperadores tenían ese derecho.
La astrología en el islam
A la decadencia del imperio romano, correspondió a los árabes difundir la astrología por el mundo. A ellos les tocó darle un carácter más espiritual y místico, lleno de poder oracular. Le dieron, por una parte, un carácter práctico, pues a través de ella predecían patrones climáticos con fines agrícolas y para prevenir desastres naturales y guerras. Los primeros grandes astrólogos árabes fueron consejeros de reyes y emperadores. Eran sus encargados de diseñar los horóscopos de hoy.
El auge de la astrología en el islam fue tal que se convirtió en el principal corpus de la Bayt al-Hikma, la casa de la sabiduría árabe, que contenía todo el conocimiento humano de la época. Entre los astrólogos árabes más importantes se encontraban Albumasar. Su libro Introductorium in Astronomiam fue la base de la astrología en la Europa medieval, que permea la elaboración de nuestro horóscopo gratis. La suma árabe a la astrología helenista fue dotarla de precisión matemática para el cálculo de traslados y tránsitos, así como de la exacta posición de un astro en un momento determinado del año solar.
También debemos al islam grandes debates alrededor de la ciencia astrológica como los que se dieron entre Al-Farabi (Alpharabius), Alhacén y Avicena. El resultado de estas puyas fue que se separó a la astrología de la astronomía, dejando a la primera los aspectos espirituales y predictivos de las constelaciones, y a la astronomía el riguroso estudio de la mecánica celeste.
La astrología medieval
Hacia el siglo X, los primeros textos astrológicos árabes fueron traducidos al latín en la Europa medieval, y con ello se dio origen a la última etapa en el desarrollo de la astrología. Su influencia fue tal que incluso se aplicaban principios astrológicos en la medicina: los cirujanos revisaban la posición y estadio de la luna antes de realizar una intervención.
Hacia el sigo XIII la astrología medieval dio sus primeros frutos con la obra del monje británico Johannes de Sacrobosco (1195-1256) y del italiano Guido Bonatti. Bonatti escribió el manual astrológico Liber Astronomiae, considerado el mayor tratado al respecto de su época, y que sigue siendo una referencia para nuestros horóscopos de hoy. Fue tal su fama que Dante Alighieri le incluyo en la Divina Comedia, entre los condenados al infierno.
En la Europa medieval la influencia astrológica fue tal que se dedicó un planeta a cada una de las ramas del conocimiento, para impartirlas de esa guisa en los colegios: a la gramática correspondía la Luna, por ejemplo, y a la música, el Sol. De esa misma manera las claves astrológicas pasaron a ser parte del arte sacro, de la literatura y de otras artes adivinatorias, como el Tarot (reflejado en el mazo de Marsella).
Los primeros astrónomos europeos, como el inglés Richard Trewythian (1393), basaban su estudio de los cielos en los tratados astrológicos. Una inspiración que también fue útil para Galileo Galilei y Johannes Kepler.
El Renacimiento marcó el fin de la expansión astrológica, con una nueva era de raciocinio, que despreció la espiritualidad astrológica en aras de nuevos conocimientos. Sin embargo, hasta nuestros días, la luz de los astros ilumina el porvenir de los que pueden ver más allá de los evidente. Te encuentras con esa sabiduría cada vez que consultas tu horóscopo gratis.